Los sacerdotes muiscas, llamados chyquy (jeques) se educan durante 12 años en “Los Cucas”, lugares de transmisión del conocimiento orientado y dirigido por los ancianos que enseñan de boca a oído (tradición oral). Son los responsables de dirigir las ceremonias y rituales desde la ancestralidad.
Los soberanos muiscas son descendientes de divinidades cósmicas, del lugar conocido como Cinturón de Orión. El Zaque (o sacerdote) representaba a Sua (el Sol), y el Zipa (regente civil), a Chía (la Luna) son respetados como autoridades tanto espirituales como civiles hasta la actualidad, y no se les veneraba como lo afirman las crónicas, sino que se les tiene sumo respeto por la sabiduría y la autoridad que es dada por sus gentes.Dicen los relatos de los cronistas que ejercían un poder temporal; sin embargo, el protocolo estaba basado en la espiritualidad. «¡Desgraciado el individuo que osase mirar, cara a cara, a una autoridad!», un temor supersticioso impedía a los muiscas cometer tal delito, que a sus ojos hubiese podido trastornar el orden del mundo.»
En cambio, las autoridades, en la antigüedad, eran educadas durante seis o siete años de reclusión monástica, para aprender los usos y costumbres de la gobernanza y la gobernabilidad de su pueblo, dentro de un territorio; en el caso de los espirituales, era necesario que pudieran adquirir la sabiduría mística en la que debía basarse su guía y enseñanza. Los chyquy aún contribuyen inculcando al pueblo las tradiciones, valores y ordenanzas sobre la relación con el Todo en la naturaleza, de acuerdo a los orígenes divinos u ordenanzas.
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